Se me pasó de comentar que hace unas semanas fui al Colón a ver la ópera
Manon, de Jules Massenet.
Vamos por partes: el teatro se ve limpio y brillante como yo jamás había tenido la chance de verlo. Siempre había un tufo a mugre muy feo. Las butacas siguen siendo de piedra, como estábamos ya acostumbrados pero al menos no guardan células epiteliales de 5 generaciones.
Me queda la duda, porque anduve leyendo muchas opiniones y no sé a quién creerle: ¿los talleres también los arreglaron? ¿se mantuvo a todos los trabajadores en sus puestos? ¿porqué compran producciones internacionales que ya vienen con todo armado, si acá hay super profesionales? y tampoco es que woooow, mirá que producciones, qué despliegue de ingenio.
Si alguien tiene algún material de lectura interesante e imparcial sobre el tema, les agradezco.
Otro asunto: cambiaron a los históricos acomodadores por jovencitas que creo deben haber rebotado en la Metropolitana por petisas. Horror. Indignación. Que vuelvan los señores de frac, no estos engrendros de call center.
La obra en sí: no soy super fan de la ópera francesa, esos recitados y ballets que meten en el medio no me llegan. Sin embargo, tiene momentos muy bellos, como cuando Manon le canta adiós a su pequeña mesa. O cuando va a buscar a Des Grieux al convento.
Los intérpretes: la soprano no era una super cantante, o este no era el rol para ella, pero compensaba con mucha presencia escénica. El tenor muy bien.
En general, pasamos un buen momento pero yo, hereje, le hubiera cercenado sus buenos 30 minutos a la cosa.