El sábado teníamos apenas una hora antes de que empiece a jugar Independiente y A. mira sagradamente cada partido del Rojo que, por suerte, de vez en cuando, te da alguna sorpresa como este 3-0. Obra exclusiva de Assman y el Rolfi, pero esto no es Botineras, eso es tema para otro blog.
La cosa es que en una hora no se puede ver una película, así que agarramos el disco 1 de Las Aventuras de Hijitus y vimos tres episodios.
Primero, qué calidad!
Segundo, cuánta diversión!
Tercero, las voces! todas las voces las hacía la misma persona, sabían?
Y por último, les dejo una frase de Manuel García Ferré, el creador de éste y tantos personajes:
¿Y todo eso era para chicos?
Cuando uno tiene un criterio amplio de lo que es humano no existe la diferenciación entre chicos y grandes.
Ah, y en octubre cumple 80 años, Don Manuel. Propongo unas jornadas de asueto y jubileo nacional.
(después me puse a leer más y me enteré de cómo tuvo que cerrar Anteojito por la crisis del 2001 y muchas cosas de su vida y, como diría Dos, me amargué)
Hijitus fue otro que desaparecio con la dictadura. A mi generacion no le llego más que por la parodia de Peor es Nada.
ResponderEliminarMe acuerdo volver del cole y mientras almorzabamos mirar hijitus, pero no recuerdo en que canal.
ResponderEliminarVoy a ver si consigo algunos capitulos para mostrarselos al Peque.
García Ferré vive? uy yo creí que ya había finiquitado el pobre. Es un grande. Ico el caballito valiente era de él, no? cómo sufrí con esa película.
ResponderEliminarNatalia, a mí tb me sorprendió, está vivo!
ResponderEliminarIco también es de él y una que se llama Mil intentos y un invento y Pantriste y varias más.
Busquen y vean, es muy pero muy bueno Hijitus.
Nunca Hijitus, era re vigilante.
ResponderEliminarSí Larguirucho, amigo bobo del malo buenomalotonto, como sho!
Que mala pata tiene el pirata, pum pum pum pum, con su serrucho asusta mucho, pum pum pum pum.
ResponderEliminarNunca lo borre de mi cabeza desde 1975 cuando fui al estreno de Trapito al cine Maipu de Avellaneda.
hijitus era la perfección a la que yo no aspiraba, largirucho a veces me irritaba ahí el que brillaba era pucho.
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