
Hace ya varios años leí todos los tomos del manga Akira y me resultó fascinantemente incomprensible.
La película simplifica historias y personajes en aras de una narración más ágil pero no deja de causar el mismo efecto.
Ojo, no es ninguna crítica, el mejor animé es así: fascinante e incomprensible.
Akira es tan pero tan genial que le perdono todo lo que no explica y no se entiende de la historia.
No sé si no es el mejor arte de animación que vi en mi vida; por momentos es tan bello y terrible que cuesta asimilarla.
Para ver mil veces más.