Primero abandonamos una de Tavernier, Coup de Torchon.
Después una realmente pésima de policías malos y corruptos, Brooklyn Finest.
Para compensar tanta malaria, todos los días vemos un capítulo de un animé genial de los años 80: Maison Ikkoku. Especie de sitcom que traza con mucha gracia los rasgos del carácter japonés. Si escuchan carcajadas que retumban en el aire de San Telmo, soy yo.
Hace tanto que no veo animé... Se me hace que ya no hay animés buenos (parece que Death Note es el último gran animé) así que no queda otra que repasar o descubrir los viejos.
ResponderEliminarel personaje de remera roja y pantalones azules es igual a Ranma Saotome, pero como un poco màs adulto, pero es iguallll !
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