viernes, 5 de agosto de 2011

WITH A SONG IN MY HEART


Me encantan los musicales. Los miro, le explicaba ayer a marido, con ojos de Manuel Puig. Niño raro de pueblo chico de Buenos Aires, deslumbrado por las estrellas de Hollywood.
Ahora bien, todo tiene un límite, y esta película un poco me superó. Al final ya suplicaba, por favor, ¡dejen de cantar!
Igual hay que verla en el contexto de la actividad de la USO durante la 2da guerra.
Ah, y el vestuario es impresionante.

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