Esta la vi originalmente allá por 1987, algo así, en VHS.
En su momento el personaje de Eric Roberts me pareció un joven alocado y encantador y el de Jon Voight, un símbolo de la lucha por la libertad que vive en el corazón de cada hombre.
Esta vez Eric me resultó un pelotudo insoportable y Jon, un criminal que mejor perderlo que encontrarlo.
Esto, señores, es la vejez.