viernes, 15 de junio de 2012

WARRIOR



No te voy a decir que no es un compilado de inverosimilitudes, porque lo es.
(por ejemplo, perdón, esto es SPOILER: el maestro tiene 40 años, más o menos, o sea, es un pibe como yo, hace unos manguitos en un ring de mala muerte y de repente está peleando entre los 16 mejores luchadores del mundo, nada más por pedírselo porfi porfi por favor al amigo entrenador, sí, claro, estoy SEGURA de que así se mueven los hilos de un torneo de 5 millones de dólares)

No te voy a decir que no es un poco demasiado ambiciosa en lo que trata de abarcar. Demasiados temas. Ya lo de Nick Nolte y Moby Dick me pareció al pedo y artificialmente intelectualoso para la película.

Y no te voy a decir que no le sobran 20 minutos, o 30, porque le sobran.

No obstante todo esto, está muy buena, es atrapante y emocionante y la cinematografía es preciosa.

Pero, sobre todo, escuchemos a los que saben, un testimonio en primera persona que quedará anónimo:


mi vida de peleador se divide en 2 etapas.

la primera, la mejor, la que es como el reventado. cuando no te importa nada, y no me importaba nada porque NO ESTABA CIVILIZADO. tenia un trabajo de mierda, me llevaba para el orto con mi viejo y siempre me agarraba a trompadas  
entonces no me importaba nada, iba a romperme todo y no me importaba nada mas que disfrutarlo. y salia re tranquilo.


y le tomas el gusto y te empieza a re caber pelear y competir cagandote a piñas. 

entraba al ring y entraba a matar, sin importar la tecnica. 



2da etapa, cuando uno piensa que es tiempo de bajar un cambio, ser un poco mas civilizado, tenes una familia, un mejor trabajo, te civilizas supuestamente, como dice el sensei. pero te das cuenta que no, que es mentira, que queres pelear y buscas cualquier excusa para pelear porque pelear se vuelve parte de vos, podes tener todo  lo que quieras, pero te queda adentro la necesidad de pelear. que es como un fuego que tenes adentro. en eso me identifico con el papa de las nenas, el chabon neceistaba seguir peleando, no importaba la guita, la guita era una excusa. de aca a la china era una excusa, podia hacer mil cosas para conseguir guita.

nunca volves a sentir algo parecido a competir peleando. por eso necesitas hacerlo.

no importa ganar perder, que te noqueen, nada, peleaste, y hay muy poca gente que se sube ahi a enfrentarse y cagarse a palos.

bueno, eso es todo

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Es bueno tu comentario Marie. Lo mismo el testimonio, aunque por lo que dice suena a algo similar a una adicción, en el sentido de que más allá del gusto es algo que se necesita. Es interesante igual, esas experiencias tan corporales te marcan de otra manera.



    (la tenés adentro pc-max)

    ResponderEliminar